Polinesia

!Los paisajes de los catálogos de viajes existen!
En este destino típico de viajes de luna miel, celebramos el octavo cumpleaños de Elena. ¡ya está muy grande!!


Al llegar a este continente del océano Pacífico -Oceanía- todo es diferente: 12 horas menos que en España, desde nuestra ignorancia astrológica vemos que el ciclo de la luna es al contrario (de izquierda a derecha), las playas son lagunas ya que las islas están rodeadas de barreras de coral y/o “motu” (islotes) que frena al océano y deja un paraíso de aguas tranquilas, transparentes de un azul turquesa fantástico, con multitud de peces y playas de arenas blancas (y algunas negras). 


Nos gusta ver la población auténtica con los rasgos típicos maoríes de las etnias del pacífico (Polinesia – Isla de Pascua – Hawai -Nueva Zelanda) morenos, de rasgos grandes y fuertes. Con ellos conviven europeos, chinos y las mezclas étnicas. Los idiomas: el francés y el maori. 


Pasamos ocho días en Tahití (4 no salimos del hotel), 1 en Tetiaroa, 2 en Bora-Bora y 1 en Morea. Poquísimos para todo lo que hay que ver aquí.
Aquí recorremos toda la isla, nos vestimos con un pareo, hacemos snorkel, kayac, observamos las impresionantes puestas de sol, paseamos por las paradisíacas playas, hacemos excursiones por las montañas y hasta visitamos el pseudo-museo de Paul Gogain pero la actividad que más nos ha marcado ha sido nos bañarnos con peces manta y tiburones haciendo snorkel entre miles de peces de colores, sobre una arena blanca, un mar azul turquesa y estando totalmente rodeados por ellos. De verdad que ha sido impresionante vernos en el mar, notando como nos tocaban, viéndoles de frente como comían pescado lanzado desde el barco... no os lo podemos contar porque ha sido una pasada y además a muy buen precio y sólo para nosotros 4. No llevamos cámara submarina...lástima!!




Nos alojamos en hoteles familiares económicos, que han proliferado como negocio en la población autóctona; bungalows con terraza, cocina y situados en la misma playa que los grandes hoteles. Estos hoteles de familia suelen pertenecer a personas (mayoritariamente franceses) que deciden romper con su agitada vida y establecerse en el paraíso (como dicen ellos). Son económicos teniendo en cuenta lo caro que es todo aquí. Puedes encontrar alojamiento en habitaciones compartidas por 35€ la noche y en bungalows por 90-140€. Nosotros hicimos una excepción para celebrar el cumpleaños de Elena para el que elegimos el Merídian de Tahiti. Ella os lo cuenta más adelante.

Sólo pudimos estar en Tahiti, Morea, Bora Bora y Tetiaroa (una pequeña y paradisíaca isla prácticamente virgen que compró por 100 años, Marlon Brando. Las aguas de esta isla eran tan cristalinas que nuestra cámara de fotos decidió darse un baño -ahora esta en la UVI-). Decimos sólo porque cuando estás aquí lo que realmente apetece es visitar cuantas más islas y archipiélagos mejor y pasar tres o cuatro días en cada una de ellas. Este es un destino para hacer en velero en un futuro, esperemos no muy lejano. A los que os interese este destino las agencias de viaje de España venden unos paquetes carísimos mientras que aquí se encuentra alojamiento muy fácilmente y en Air Tahití venden pases de vuelos entre islas con diferentes tarifas. Nosotros nos hicimos la tarjeta familiar con la que nos hicieron casi un 50% de descuento.


Aquí hemos conocido personas muy interesantes, un ingeniero informático argentino que tras romper con su novia decide gastar todo el dinero ahorrado en viajar por estas islas, una pareja de franceses que decidieron romper con su rutina, vendieron su casa y han preparado una vuelta al mundo de 8 meses (como nosotros pero en sentido opuesto dado que vinieron de Nueva Zelanda y van hacia América), un ex-director de una compañía aérea que decide retirarse y establecer un pequeño negocio hotelero en Bora- Bora...

Estamos escribiendo ésto en el aeropuerto de Bora-Bora. A pesar de que llevamos días hablando de que mañana nos vamos a Nueva Zelanda, hoy Elena ha tomado consciencia y nos pregunta ¿Ya ?... Cómo cuando está en una fiesta con sus amigos y le dices que ya tenemos que marchar... y eso que YA son casi cuatro meses viajando.

Elena nos explica la Polinesia y su cumpleaños:
Hola a todos, ¿cómo estáis?
Yo muy bien. Os voy a explicar como pasé mi cumpleaños en la Polinesia.
Para celebrar mi cumpleaños fuimos a un hotel muy chulo y que tenía un montooooón de cosas como kayac, piscina de arena blanca, playa privada, snorkel, tenis, tenis mesa, petanca, voley y espectáculos.


Por la noche durante la cena vimos un espectáculo de bailes polinésicos y nos reservaron el mejor sitio y me trajeron un pastel con una vela que ponía Happy birthday. Me encantó como celebré mi cumpleaños. 



Después de unos días fuimos a otro hotel y alquilamos un coche para ver toda la isla y tenía muchas cosas como las cascadas que era un sitio con mucha naturaleza y unas cascadas muy bonitas. 

He visto cuatro islas. La primera es Tahití que es la que os he explicado, la segunda es Morea, la tercera es Tetiaroa y la cuarta Bora-Bora. En Morea dimos toda la vuelta a la isla y descubrimos unas playas muy bonitas y un mirador desde el que se veía una playa super.




Volvimos Tahití y cogimos un catamarán para ir a Tetiaroa. Es una isla en la que no vive nadie pero es preciosa porque está llena de palmeras, con arena blanca y habían muchos peces con rayas negras y amarillas que comían pan de mi mano. El agua era de color azul turquesa. Y ¿sabéis algo divertido? Una gaviota se me cagó en el hombro. Para mi fue asqueroso!. Yo a esta isla la llamo Isla de famosos porque primero fue del rey TU y se prohibió la palabra Tu y le tuvieron que cambiar el nombre a la isla de Tutuaroa a Tetiaroa. Después de un tiempo fue de un dentista y después Marlon Brando la compró por 100 años y cuando murió una parte fue de su hijo y una parte de Michael Jackson. Como os decía la playa chulísima de las cuatro mi preferida es ésta. 

 
En Bora Bora hay un transporte típico y la verdad es que era chulo porque era como antiguo, como un camión de madera desde el que se veía todo el paisaje. En Bora Bora fue chulísimo... nos bañamos con tiburones que medían más o menos como Natalia, y peces manta de 1 metro y con crías de tiburones. Me encantó todo. Yo fui la primera en tirarme al agua a bañarme con ellos!!! las playas también preciosas. Bora Bora tiene algo muy interesante, es que la isla está rodeada de otra isla finita y estrecha con forma de arco que se llama -motu- y por allí también estuvimos.





Esto es todo. Un beso a todos.
Elena.

Santiago, Valparaiso y Viña del Mar.

Llegó la parte final de nuestro viaje en tierras americanas. Nos quedamos en la zona central de Chile después de adentrarnos en el país en la Región de los Lagos (Puerto Montt), en la Patagonia (Torres del Paine) y en la zona más austral, en Tierra de Fuego, navegando al lado de Puerto Willians.
“Santiago de Chile despierta entre montañas” al verlo nos acordamos de esta frase de Amaral. Lo cierto es que esta gran urbe de más de 7 millones de habitantes se encuentra rodeada de cordilleras montañosas (andes, litoral...) y posiblemente esta característica sea la principal causa de la alta contaminación que se observa y que aumenta en invierno (en los días más altos prohíben las clases de educación física).

Santiago es una ciudad dinámica, de buena oferta cultural y con “onda”. La ciudad te invita a ver exposiciones, entrar en museos, visitas guiadas gratuitas. Es una ciudad que emana inquietud y movimiento. Visitamos los diferentes barrios, como el animado y colorido Bellavista, Brasil, el recuperado Cerro Santa Lucia... y hasta nos dio tiempo para entrar en varios museos y algunas exposiciones que nos recordaron el cercano pasado de la historia de Chile.



El centro se recorre “al tiro”, caminando y mezclándote en su día a día. La siempre animada Plaza de Armas reúne no sólo los principales edificios de la ciudad sino multitud de personas en las terrazas, jugando al ajedrez y las damas, leyendo manos, escuchando a predicadores de calle, manifestaciones frente a la catedral... todo un espectáculo.
Cerca, el mercado con una mezcla entre paradas y restaurantes típicos para comer los productos del mar. La casa de la moneda, la residencia de la presidencia, es otro lugar emblemático donde recordamos a Allende y el golpe de Estado.



Nos alojamos en una casa colonial del barrio de Brasil convertida en hotel de mochileros que desprende juventud, buen rollo y buen gusto en el diseño. Muchos espacios compartidos como una amplia cocina-comedor, varias terrazas, una piscina, zona de juego y habitaciones tanto individuales como para compartir. Un espacio ideal para los que viajan solos o quieren pagar poco.
Valparaiso
La ciudad costera de Valparaiso es una ciudad “loca”. O te encanta o te decepciona, según los chilenos. A nosotros nos encantó. Y mucho tuvo que ver la visita a “La Sebastiana” la casa de Pablo Neruda. Sus poemas y las vistas nos ayudaron a conocerla. 
 La Sebastiana, la casa de Pablo Neruda.

Casas de colores pueblan los cerros, descendiendo hasta el agitado puerto comercial. Ascensores (parecidos a los de Lisboa) ayudan a superar los desniveles. Mezcla de casas nuevas y reformadas con otras totalmente abandonadas. Por desgracia, la falta de normativa que limite la construcción, hace que encontremos algún enorme bloque de pisos en medio de la montaña.





Viña del Mar
Al lado de Valparaiso se encuentra esta ciudad orientada al turismo de playa. Grandes edificios cercanos a las playas de arena, buena oferta gastronómica y un paseo marítimo ajardinado que contiene un reloj de flores, orgullo de la ciudad.


  El único Moai que se encuentra en el continente, traido desde la Isla de Pascua (Rapa Nui).


Después de tres meses en América no podemos olvidar los muchos comentarios positivos que nos han hecho hacia Barcelona y también el Barça, las camisetas blaugranas están por todas partes y las personas comentan y siguen el buen momento del equipo.
Al marchar de Santiago hicimos escala en la Isla de Pascua. La hora que permanecimos en el aeropuerto nos sorprendió gratamente pudiendo ver algunas esculturas y un moai. Este es otro destino pendiente.



A partir de ahora dejamos el español y estamos utilizando el francés, el inglés, las manos, la sonrisa...
Mapa con la ruta que hemos realizado por Argentina y Chile.
Ya estamos en la Polinesia, celebrando el cumpleaños de Elena... y que playas!! ya os explicaremos en unos días. Un fuerte abrazo.