China: Guilin, Yangshuo, Ping'an y Hong Kong

Seguimos la ruta hacia el sur, bajamos tanto que decidimos no volver a Beijing para tomar el vuelo previsto a Hong Kong y comprar un billete de avión desde Guilin para llegar a la antigua colonia inglesa. Con el mismo coste ahorramos tiempo y horas de vuelo.

Llegamos a Guilin esperando un pueblecito rodeado de montañas y nos encontramos con una ciudad grande y turística. Tiene dos bonitas pagodas en un lago, un parque junto al río con una roca erosionada a modo de puente a la que llaman trompa de elefante y que tienes que pagar por visitar. Hay un paseo que rodea los cuatro lagos que se llena por la noche de personas viendo las iluminaciones multicolores y numerosos grupos de mujeres de todas las edades bailan y realizan coreografías. Nos alojamos en un correctísimo hotel por 30€ en el que nos encontramos con muchos españoles. Aquello que comentáis de “mucho chino en China”, os lo cambiamos por “mucho español en China” de Mallorca, Madrid, Pamplona... se nota que son meses de vacaciones porque en el resto de países hemos encontrado muy pocos. Nos ayudamos con referencias para vuelos, excursiones y alojamientos; gracias Cristina por tus indicaciones!!. Establecimos Guilin como punto estratégico para visitar las ciudades cercanas de Yangshuo, Xingping y Ping'an. Esto nos permitió dejar las maletas en Guilin y viajar sin maletas.

Fuimos a Yangshuo en una ruta de 4 horas en barco desde Guilin, la ruta incluye la comida por 450 RMB/persona. Después de vivirlo os aconsejamos hacer este trayecto en bambú boat, no incluye comida pero el contacto con el río y el paisaje nos parece mucho mejor (y sólo a 200 RMB). El paisaje que se ve en esta ruta es bellísimo, cadenas de montañas redondas se superponen y aparecen y desaparecen en el margen del río Li recordando el paisaje del cercano Vietnam o los que aparecen en la película Avatar. La nubosidad tapa y destapa las montañas dotándolas de un aire, si cabe, más mágico.

Llegamos a Yangzhuo. Una sensación parecida a la de Guilin. Muy turístico y urbanizado, pero el paisaje que ofrece el río Li es maravilloso. Aquí pasamos 3 días, alojados en un hotelito encantador en las afueras, frente el río y arropado por las montañas. La comida exquisita, transfers gratuitos al pueblo y servicio excelente -no habitual en China- por 36€/noche.

Vimos un macroespectáculo nocturno cuyo director, Sanjie Liu, fue responsable de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing. Un incontable reparto para un espectacular número pero lo mejor es el escenario natural que el mismo río ofrece.

Hicimos excursiones a los pueblos cercanos a Fuli en barco de bambú y a Xinping en bus local (sentados en taburetes). De estos pueblecitos menos turísticos hay que destacar el paisaje que ofrece el río rodeado de las montañas.

Para ir a Ping'an pasamos a noche en Guilin y desde allí bus. Hacer esta excursión por libre parece complicado, la verdad es que no ayudan casi nada. El bus sale desde la estación de Bus de Qintan y debes cambiar de bus en Longshseng para llegar a Ping'an (en total 19RMB + 8 RMB). Después descubrimos un bus directo Ping'an – Guilin (estación de tren) por 40 RMB que utilizamos a la vuelta.

Pasamos 2 noches en Ping'an. El pueblo conocido por sus terrazas de arroz. Venden excursiones de un día pero realmente para nosotros fue un acierto pasar noche, ya que el pueblo se transforma en la tarde con la marcha de los turistas. Este es un pueblo que vive integrado en la naturaleza trabajando la tierra de manera totalmente manual. Los coches no tienen acceso. El pueblo se construye en las pendientes, casi como las mismas terrazas. Los lugareños se ganan la vida trasportando las maletas o a los mismos turistas. Personas afables y alegres. Ancianos con la espalda encorvada de cargar. Arroz secándose al sol. Vivir y charlar con estas personas nos ayudó a conocer la otra cara de China. En Ping'an hay varios alojamientos familiares. Nos alojamos en uno de ellos. Dos habitaciones con vistas a las terrazas por 20€/hab. Y de nuevo comida barata y exquisita.

Realmente los paseos por el río Li, las caminatas por las terrazas de arroz y la gente de Ping'an es lo que más nos ha gustado de China.

Hong Kong. Los hoteles ya son más caros (de metrópolis) y la comida también. De nuevo una gran ciudad, rascacielos, uno de los puertos más grandes del mundo, tiendas de electrónica, joyerías, mercados y mercadillos... y un comportamiento en sus habitantes más cercano a Japón que a China. Esta ciudad autónoma hasta el 2047 y masificada se levanta entre mar y montaña a través de cientos de rascacielos que por el día dejan ver su deterioro pero que por la noche a las 20h se viste de neón y baila al son de la sinfonía de las luces.

Hemos podido vivir desde aquí el auge del mercado asiático, hay construcción donde quiera que mires, tiendas y restaurantes llenos, gran movimiento portuario, infraestructuras... pero también un increíble gasto energético, una enorme contaminación que hace que no veamos el cielo nítido, información que nos llega a medias de accidentes en puentes que se derrumban por sobrecarga en los camiones y déficit de calidad en los materiales, accidente fatal entre dos trenes de alta velocidad, desigualdades sociales que no esperábamos y a pesar de todo ello, este país está creciendo y vibrando. Nos preguntamos como es posible permitir este crecimiento a costa del medioambiente y desigualdades en el siglo XXI.

Ya estamos en la India, nuestro último país. Lo afrontamos con pena, por ser el último y por lo que estamos viendo. Ya os lo contaremos.

Un abrazo y disfrutar del verano!!

 Los Chinos ya se unen a nuestros saltos en este paseo. Para evitar problemas sólo saltan unos pocos.